sábado, 5 de diciembre de 2009


Esta mañana llegando al metro, me quedé observando a un hombre. Hombre que pensé que existía sólo en mis sueños. Sueños que nunca he imaginado se vuelvan realidad. Una realidad aunque imperfecta pero feliz. Feliz para mi y únicamente para mi, falta de emociones fuertes. Fuertes como rocas de una montaña. Montaña que despunta en un futuro incierto, y es que cumple con todo lo que pido. Pido que simplemente sea capaz. Capaz de soportarme como soy. Como realmente soy sin tener que fingir para agradar a alguien. Alguien que más que todo sea mi amigo. Amigo real, fiel. Fiel hacia mí y fiel hacia él. Él seria el único que me saque de esta vida tan rutinaria. Rutinaria desde que me levanto hasta que vuelvo a dormir. Dormir para soñar con lo que anhelo. Anhelo a ese hombre que me encontré hoy en el metro. Metro que se ha vuelto mi mas grande sueño hecho realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario