Estos días he reflexionado todas las veces que las personas cercanas y las no tanto me han deseado una feliz navidad, a veces imagino que todos saben el significado aunque la realidad es otra, creo que a mi hija yo misma de pasadita le conté que nacía el niño Dios, pero seguro si le dije que había ofertas en las tiendas departamentales. Mis hermanos me hablaron para la fiesta mis amigas me preguntaron que ¿qué vestido iba a usar?, y hasta hoy de las mas de 100 personas que conozco y que vi en este último tiempo hago el balance siguiente:
La navidad se ha convertido en un merca do que a pesar de la crisis vende esperanza, horas para olvidar tus problemas, para algunos muchas burbujas en la cabeza y para el espíritu mexicano un tiempo de celebrar un gol sin un partido en la televisión. Y así seguiremos celebrando.
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